Hay estudios recientes que demuestran que es la voz, más que las expresiones faciales como se ha pensado siempre, la que transmite más fielmente nuestras emociones. En la voz se asoma la verdad; no importan las palabras.

Es la voz como una huella digital de nuestra alma. No hay dos iguales. Reconocemos por la voz a nuestros seres más queridos, a nuestros amigos, y también a las personas no tan cercanas. 

Aun así, invertimos poco tiempo, esfuerzo y recursos en enriquecer nuestra voz. Educarla nos permite sacar el máximo provecho de esta facultad única, invaluable, personalísima que nos distingue de todos los demás seres humanos que han habitado y habitarán este planeta.

Brenda, con una generosidad sin límite comparte con sus alumnos sus amplísimos conocimientos y su vasta experiencia en la educación y el uso profesional de la voz. Gracias a su actitud siempre sensible y comprometida logra ponerte en contacto con tu voz y te muestra lo valiosa que es. 

Sin ningún cambio aparente, vas cobrando conciencia de tu voz, de cómo suena, porque, aunque parezca extraño, pocas veces la escuchamos de verdad.

Estudiar con Brenda es una experiencia integral, completa, muy enriquecedora. Las clases comienzan por la voz, pero la trascienden, porque al final, en la emisión de la voz interviene todo tu ser.